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La caja tonta y otras pantallas

Desde una oscuridad casi total, internet se ha introducido con gran rapidez en nuestras vidas.


En el entorno en el que se da el proceso de crianza de los niños y los adolescentes están presentes, con un gran poder, los medios masivos de comunicación social, cuyo concepto más aceptado es el del manejo de información orientado a la sociedad en general. Estos medios pueden ser impresos (libros, periódicos, revistas, etcétera) y no impresos (cine, radio, televisión y otros medios electrónicos como computadoras, internet, juegos de video y teléfonos celulares).

En la edad de trece a dieciocho años, además de la televisión, los adolescentes utilizan con mucha frecuencia otros medios masivos de comunicación social electrónicos como computadoras, videojuegos y teléfonos celulares, que también utilizan pantallas para mostrar la información necesaria, pudiendo producirse efectos indeseables en caso de mal uso de estas tecnologías.

La televisión difunde muchos programas y comerciales en los que se muestran el sexo mal usado y el abuso de sustancias como algo deseable, divertido y excitante. Los adolescentes que ven más programas de contenido sexual tienen más probabilidad de tener relaciones sexuales precoces, con todo el riesgo que esto implica.

Los anuncios de tabaco y alcohol y las veces que los personajes aparecen fumando o tomando alcohol han aumentado notablemente en la televisión. Esto hace que estas conductas parezcan aceptables, de tal modo que hay mayor propensión al uso de estas sustancias por adolescentes que desde niños han visto más de dos horas diarias de televisión en promedio.

Internet es una red interactiva de comunicaciones en la que si se tiene algo interesante que comunicar se pude decirlo a todo el mundo y si se busca algo se puede buscarlo desde la casa, sea lo que sea y esté donde esté, todo ello a muy bajo costo. Es como un gran centro comercial en el que se puede encontrar desde una aguja hasta un elefante.

La mayoría de los adolescentes tienen su computadora como una máquina para jugar y chatear, pero cuando la empiezan a usar como una herramienta escolar rápidamente aprenden que internet es mucho más: los portales, muy pocos con información de calidad y muchos con inducción a pornografía, drogas, alcohol, tabaco, juego, reclutamiento para cultos, violencia explícita y discriminación por sexo o raza.



Internet no produce adicción, pero puede llevar a conductas reforzantes (sexo, juegos, relaciones interpersonales, etcétera) de la capacidad de producir dependencia, es decir, se puede producir en algunos individuos una manifestación secundaria de otros problemas que ya existen.

Los signos de alarma en adolescentes que usan internet son:

Cambios drásticos en los hábitos de vida a fin de tener más tiempo para conectarse

Disminución generalizada de la actividad física

Descuido de la salud propia a consecuencia de la actividad en la red

Evitación de actividades importantes con el fin de disponer de mayor cantidad de tiempo para permanecer conectado

Privación o cambio en los patrones de sueño con el fin de disponer de más tiempo en la red

Disminución de la sociabilidad, que tiene como consecuencia la pérdida de amistades

Negligencia con respecto a la familia y amigos

Rechazo a dedicar tiempo extra en actividades fuera de la red

Deseo de más tiempo para estar frente a la computadora

Negligencia con respecto al trabajo y las obligaciones personales

Internet se usa en exceso para escapar de sentimientos de soledad, evitar sensación de tedio de la vida cotidiana y mantenerse en contacto con más gente huyendo del aburrimiento; para búsqueda de información (navegar) y para interacción social: incluye relacionarse con amigos, conocer nueva gente e intercambiar información (chatear).

La comunicación por medio del chat incluye el uso de seudónimos, por lo cual muchas veces no se sabe exactamente con quien se establece la “conversación”. Al igual que otros modos de comunicación entre niños y adolescentes tiende a un estilo reduccionista de mensajes que refuerza el debilitamiento del vocabulario y de la comunicación en sí. En los mensajes es frecuente que no haya ninguna puntuación, con palabras que sirven para todo, mal uso del lenguaje, pésima ortografía y amputación de palabras y vocablos.

Para niños y adolescentes el peligro mayor al chatear es el encuentro con pedófilos (adultos interesados sexualmente en menores de edad), que frecuentemente se conectan a las salas de chat. Mientras más tiempo pasan los niños y adolescentes sin supervisión chateando, mayor es el peligro de explotación sexual derivada de internet.

Los signos de alarma de que un niño o un adolescente estén siendo víctimas de un pedófilo en internet son:

Dedicación de mucho tiempo en internet, especialmente en la noche

Llamadas de gente desconocida

Llegada de regalos por correo

Apagado del equipo súbitamente cuando se acerca uno de los padres

Alejamiento de la vida familiar

Resistencia a discutir las actividades que se hacen en la computadora

Además, cuando chatean, los niños y adolescentes pueden dar información de los padres, poniendo así a la familia en riesgo.

Los teléfonos celulares son muy populares en todas las edades: a los niños les gustan mucho y a los adolescentes todavía más y los padres sienten la confianza de que si los hijos van a algún sitio con el celular pueden comunicarse cuando haga falta.

La petición de los niños y los adolescentes a los padres para tener teléfono celular se basa en la afirmación de que con estos aparatos se comunican, se informan y se divierten, efectos que son innegables.

La comunicación por medio del celular, al igual que otros modos de comunicación entre niños y adolescentes, se suele hacer con mensajes de estilo reducido que debilitan el vocabulario y la comunicación en sí. En la jerga utilizada figuran palabras que sirven para todo, mal uso del lenguaje y amputación de palabras y vocablos, con rapidez verbal exagerada y falta de modulación.



Al hablar por celular y conducir un vehículo hay gran riesgo de sufrir un accidente automovilístico, riesgo que no se reduce con un dispositivo manos libres. Para evitar este riesgo se debe minimizar el tiempo de la llamada, no mantener conversaciones perturbadoras mientras se encuentre conduciendo y detenerse para usar el celular.

Otro de los efectos negativos de los celulares es el de los problemas que se suscitan en la relación con los padres por los costos exagerados que resultan de la telefonomanía tan común entre niños y adolescentes a quienes se les suministran estos aparatos.

Los niños y adolescentes que poseen celular, lógicamente lo llevan a la escuela, en la cual ya es común el envío de mensajes en medio de una clase, lo que ha distorsionado la armonía escolar. Los maestros han constatado que en estas condiciones se disminuye la atención y se dificulta la comunicación entre educadores y educandos, no solo en el momento de la clase, sino en la comunicación en general. Además, muchos adolescentes los han convertido en un instrumento para las trampas escolares.

La función de los padres en relación con los medios masivos de comunicación social no consiste en dejar que impunemente se conviertan en los sustitutos del acompañamiento en la crianza, lo cual constituye abandono. Por el contrario, consiste en acompañar a los niños y a los adolescentes en el desarrollo de criterios propios para utilizarlos bien.

Hay necesidad de acciones directas para proteger a los niños de algunos hechos desagradables que son crecientes en internet, como pornografía infantil, pedofilia (interés sexual de adultos en menores de edad), violencia, prostitución y racismo. Como la legislación no está diseñada para proteger de estos peligros, esta es una labor de los adultos significativos de los niños y adolescentes que tienen acceso a esta tecnología.

Recomendaciones

No dejen que su hijo pase tardes enteras viendo televisión, usando la computadora o utilizando videojuegos, estableciendo acuerdos precisos y razonables sobre el tiempo para estos medios de comunicación social

Pongan la computadora en un lugar de la casa en el que puedan supervisar la navegación de su hijo adolescente en la red

Enséñenle a su hijo adolescente a seleccionar la información

Provean una dirección de correo electrónico solo si su hijo adolescente es suficientemente maduro para controlarla. Además, concierten la revisión periódica de los mensajes enviados y recibidos

Enséñenle a su hijo adolescente el uso de la misma cortesía necesaria al hablar de persona a persona para comunicarse en línea, sin uso de palabras soeces o injuriantes y con lenguaje correcto

Sean claros en enseñarle a su hijo adolescente que hablarle a los miembros de una sala de chat es lo mismo que hablarle a desconocidos o a extraños

Insistan en que nunca se debe dar información personal de identificación a otra persona o sitio en internet

Sean enfáticos en que nunca su hijo adolescente debe ir a conocer en persona o llamar a alguien a quien conoció en línea

Procuren que su hijo adolescente siga las normas de la institución escolar en lo relacionado con el uso del teléfono celular

Si su su hijo adolescente maneja vehículos, enséñele a que no utilice el teléfono celular con el vehículo en movimiento


Álvaro Posada Díaz
Pediatra y Puericultor
   

Fuente:www.crianzaysalud.co