Los avances de la tecnología han posibilitado que la casa sea también lugar de trabajo, ya que muchas profesiones pueden ejercerse desde el hogar con una simple computadora.
Sin importar en qué lugar elijamos instalar nuestra home office, lo cierto es que podremos personalizarla a nuestro gusto, sólo teniendo en cuenta las necesidades y el espacio del que disponemos.
Tanto si la habitación es chica como si sólo es un rinconcito de la casa, una buena opción es armar el escritorio con modulares y estanterías para almacenar la mayor cantidad de objetos sobre la pared y dejar la superficie de trabajo lo más despejada posible.
Para dar una adecuada solución de guardado, debemos tener muy claro con qué tipo de documentos y materiales nos manejamos habitualmente y cuán frecuentemente los consultamos. Entre los más frecuentes, se hallan los siguientes ítems:
Al ayudar a organizarnos y evitar pérdidas de tiempo en búsquedas que atentan contra la concentración, el mueble correcto puede mejorar nuestra productividad. Los archivos de documentos pueden ser verticales u horizontales, ocultos o abiertos. Para los que debemos usar todo el tiempo, es mejor un archivero móvil con cajones, al alcance desde la propia silla en el área de trabajo, sin tener que levantarnos ni desplazarnos. En cambio, podemos ubicar la documentación de uso eventual en una pared más alejada, dentro de muebles cerrados con puertas corredizas o rebatibles. Estas recomendaciones valen tanto para los archivos en papel como para los CDs y DVDs con información. Por su parte, la documentación confidencial y los valores deberán estar protegidos en muebles con buenas cerraduras y estructuras reforzadas, incluso empotrados en alguna pared.
Las opciones de guardado en nuestro escritorio pueden ser en espacios verticales o escondidos, con buen uso de todo el espacio de pared disponible:
Fuente:revista Living- Por Sergio Muchnik- Dash Design Team