Hace apenas 20 años la industria cosmetológica tenía poco que ofrecer al mercado masculino, para el que sólo había lociones para evitar la caída del cabello o para después de afeitarse. Ahora, las cosas han cambiado drásticamente, pues se ha comprobado que los varones representan una oportunidad de venta muy importante.
Sirvan los siguientes ejemplos par ilustrar lo anterior: en Japón, el consumo masculino representa un tercio de las ventas de cosméticos, mientras que en Chile los hombres están a la cabeza en la demanda de servicios como masajes, rayos ultravioleta para broncearse y peluquería, además de mostrar creciente interés en productos para realzar su apariencia.